Una semanita más y tenemos
aquí un nuevo capítulo de American Gods, la serie que está poniendo el servicio
Premium de Amazon en el mapa.
Éste segundo capítulo empieza
con cierto paralelismo respecto al primero: una escena de diez minutos en el
pasado en el que alguien desesperado pide ayuda a su Dios. Aquí los
desesperados son unos esclavos dentro de un barco y el Dios aparece. La escena
tiene cierta crítica racial, con un tipo que parece saber lo que sucederá durante
los próximos siglos, es potente, bien llevada, con actuaciones a la altura y
una música jazz de fondo que le va muy bien.
Acto seguido volvemos con
Shadow Moon, curándose de la paliza del capítulo anterior. Vemos que está roto,
no sólo sueña con su mujer muerta, sino que le vemos recogiendo sus
pertenencias y descubriendo pruebas de su infidelidad. Son escenas lentas,
contemplativas, tristes y muy melancólicas.
Y luego empieza el viaje con
su patrón (Mr. Miércoles). Un viaje por carretera (nunca por autopista) en el
que los dos personajes empiezan a tener cierta dinámica. Es curioso porque el
protagonista de la serie no para de tener “visiones”, dudando incluso de su
cordura. La más evidente es una en la que le hablan desde la tele de un
supermercado (Gillian Anderson) ofreciéndole trabajo.
Se intuye durante el viaje
cierto pique entre lo que parecen ser los viejos Dioses (como el patrón del
protagonista) y los nuevos (tecnológicos). Puede haber guerra de fondo, ya
veremos, porque de momento hay que imaginárselo.
Antes de llegar a su primer
objetivo con los dos personajes protagonistas, vemos otra escena donde
recuperamos a la que absorbía gente mediante el sexo. Y no sólo vemos que lo ha
hecho muchas veces, también vemos una identificación con una Diosa antigua.
El final del capítulo tiene
cierto humor negro, con los dos personajes llegando a la casa de unos viejos
amigos. Allí viven unas hermanas junto con otro pariente. Ellas parecen
amables, incluso le leen el futuro a Shadow Moon (lo más bonito que pueden decirle
es que no morirá de cáncer). Y luego está él: alguien a quien Mr Miércoles
necesita y que se niega en redondo a acompañarle a la reunión a la que parece
que se dirigen.
¿Cómo lo deciden? Una partida
de damas entre el mortal y lo que parece ser un Dios, partida en la que se
juegan la ayuda contra la vida de Shadow Moon. El protagonista pierde y termina
el capítulo.
Es de nuevo un capítulo
extraño, que recuerda mucho a la serie anterior de su creador, tanto por ritmo
como por aspecto visual (estoy hablando de Hannibal), lo que la hace un
producto muy personal y que es apto para todo el mundo.
No sólo tenemos una fotografía
extraña, a veces malsana, sino que las escenas transmiten tensión, como si
escondieran algo en todo momento. La música acompaña, dando un ambiente
distinto y especial.
Además, no se corta en nada:
si hay que mostrar sangre, se muestra. Y lo más sorprendente en éste aspecto:
muestra incluso genitales, algo extrañísimo en un producto americano, tan dado
al puritanismo respecto al sexo.
Me sigue pareciendo una serie
distinta, que no muestra aun sus cartas a las claras y que va dejando al
espectador que ate cabos. El tener a un personaje “normal” como Shadow Moon
metiéndose en éste mundo donde pasan cosas un tanto extrañas ayuda al
espectador a identificarse y descubrirlas a la vez que él.
No diría con dos capítulos que
es imprescindible, pero sí que os diría que vale la pena verla. Por mi parte,
al ser fan de Hannibal encuentro algo especial en ésta serie que pensaba habría
perdido a éstas alturas. Para los que no vierais esa gran obra… os encontraréis
algo distinto, muy bien hecho, con grandes actuaciones y vocación de gran
serie. Veremos dónde llega.
Valoración Followmytv: 8,0.
Valoración Imdb: 8,3.
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