La serie que hoy os traigo se ha ganado a pulso un sitio entre las grandes
series emitidas en los últimos años. Os estoy hablando de Breaking Bad.
El final de la cuarta temporada dejaba a Walter y compañía sin alguien para
el que trabajar, con lo que parecía que al fin estaban libres de todo el jaleo
que les venía acompañando por culpa de las drogas.
Pero no, Walter ya no tiene suficiente y quiere volver a ser el jefe. Pero
ésta vez va a hacerlo bien.
Éstos ocho capítulos que componen la primera mitad de la quinta temporada
(y de los que va la reseña, que aún me faltan los últimos ocho de la serie)
mezclan de forma magistral los problemas derivados de lo sucedido al final de
la temporada anterior, sumados a los de llevar el negocio por uno mismo y a las
tensiones que surgen entre los socios y entre Walt y su mujer.
Una temporada que destaca sobre las demás por tener un ritmo bastante más
alto, pasando cosas en todos los capítulos y sin irse demasiado por las ramas
(único defecto que le veo a las temporadas anteriores).
Vamos, que creo que éstos ocho capítulos son los de la mejor temporada en
lo que va de serie, con unos personajes (todos) muy evolucionados respecto a
sus primeras apariciones y con unos problemas muy, pero que muy distintos.
Si había tramos anteriores de la serie que no eran para todos los públicos
(precisamente por ese ritmo tan especial) estoy seguro que cualquiera que vea
ésta temporada la disfrutará de principio a fin, es como para un público más
amplio.
No me queda otra que recomendaros el visionado de la serie, es de esas que
se salen de la norma y saben enganchar ofreciendo algo distinto y bien hecho;
una trama que a cada temporada que pasa va a más y que no puedo más que salivar
pensando en los ocho capítulos que aún tengo por delante.
Valoración media en Followmytv: 9,08.
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